He probado el filo dulce de tu espada, no el del acero sangriento, si no el de tu cuerpo que es mi cielo, mi templo y mi dios, como no dar mi ser y mi alma para estar contigo, para robarme una gota de dulce felicidad, aun sabiendo que moriré por ello, pero como no amarte si a tu lado he sido yo mismo y en tus brazos volví vivir
Como no condenarme a tu amor de primavera que me hace reír y me da motivos para levantarme y batir mi espada por este amor loco que me absorbe, que me da vida, déjame morir en tus brazos y renaceré en tu jardín como rosa de primavera y te amare hasta que el cuerpo no me dé más y caiga frente a ti con mi alma en tu mano y mi ser en tu vida
Dame tu sabia dulce y seré tu esclavo, porque te amo tanto que en mi locura eres el faro de mi razón, la esencia del hombre, el poeta y el guerrero que ha dejado su armadura en la desnudez de tu luz, que ha dado su alma por la condena de tu amor sereno, solo déjame amarte para así vivir de nuevo la esencia de esta primavera en el jardín de tu cuerpo, en la inmensidad de tu ser que no se dejar de amar