Ya se mueren, ellos solos.
No quieras hacerles escarmentar...
De eso, se ocupa la vida misma, que engloba
muertes pequeñas, para la evolución.
Sin embargo, no puedo arrepentirme. Sino que...
Hecho está. Y pago todas las consecuencias.
¿Volver atrás, al pretérito? Con el pretexto de
enmendar... Aquella colisión entre dos posturas
de ver el mundo. Aquel choque de trenes.
Porque yo iba a lo mío. Me creía descomunal.
La gente no dudaba, en las raíces de esa piedra filosofal.
Los arios: ¿Y bien? ¿Cuál es la piedra filosofal?
Si Harry Potter era un Muggle converso.
¿No es la selección de los Elegidos, siguiendo la pauta
del mínimo esfuerzo o la ley del más fuerte?
Y la ley del talión: ¡Pues! Envidia, en el fondo.
Si no lo digo: Miento. Es envidia y no hay más.
El terrorismo es envidia, y no cabe ninguna otra razón.
No es conveniente vencer de malos modos.
Quitándoles la vida a quienes son el ejemplar.
El bendito o el Grande, por siempre.
¿Devoro, yo? A los tesoros. A los amigos de la ciencia.
Los... Ansío. Pero no, como Jesús: Dejad, que vengan a mí.
No, si es menester, les obligo y les tiro de los pelos.
¡Pero! No soy Mesías. Realmente, un holgazán...
¡Hombre! Ya ves tú cómo me he dado cuenta.