
VOLUTAS DE AMOR
En la fragancia desmembrada
de los azules camafeos
se impelen miradas nacidas
tras los adoquines del cielo.
En el pubis de las marionetas
habitan las noches secretas
y las caricias desbocadas
que tejen y destejen
la faz de mis huesos.
Ah, cómo quisiera embeberme
los páramos marchitos
de tantas lejanías
cómo quisiera que fueras insoluble
en este péndulo que conmemora
gajos agónicos de luz.
Si tan sólo pudiera abrir los espejos
en dos lumbres gemelas,
cortaría el viento con el requiebro
de mi última travesía.
Entonces toda la vendimia del ayer
sería una claraboya lumínica
bebiendo las jadeantes letanías
que huelen a volutas de amor.
OMAR CESPEDES